domingo, 2 de diciembre de 2012

CANGREJO “PANAMA” DE LOS LITORALES VERAGUENSES


CANGREJO “PANAMA” DE LOS LITORALES VERAGUENSES
ARISTIDES UREÑA RAMOS

-“ ! Buenos días paisano ¡” - es la frase más frecuente, que se oye,  en la grande calle de la avenida central, en esta mañanita invernal de diciembre.

Levantarse tempranito y caminar en las calles desiertas de Santiago, es un vicio que nunca se olvida....es cómo manejar bicicleta,  nunca se olvida.

Aunque si tal vez, es el nostálgico paso veloz,  a llevarme como viento en vendavales en esta empapada mañanita.
  De portal a portal y a veces bajos los almendros, se caminaba en mi niñez, corriendo desde la calle novena hasta el parque central, para no bañarse de los chaparrones.

 Y hoy aquí empapado camino, sin reparo alguno...en esta caricatura de  floreciente ciudad, vendida a judíos placeres, encantadores bazares…… vanidades y presunciones de la  modernidad.

Ciudad huérfana de las grandes  Casonas de maderas,  de techo de tejas, de hojas de zinc, de zócalos de ladrillo, de amplios portales.... para poder  cubrir mí bañado cuerpo de este  aguacero decembrino.
 Los litorales veraguenses

Empapados de tormentas, desde los litorales montijanos,  llegaban en abundancia, tempranito al mercado central, los Cangrejos del Bongo….los más suculentos y apetitosos de las costas veragüenses, siendo esta mi meta……la causa de mi apurado caminar.

Allí, en tertulias con los vendedores,  bajo la lluvia….trataba de aclarar, algunas dudas que me acompañaban desde mi infancia… frutos de narraciones y cuentos montijanos, relatados por mi Padre.
-“Los cangrejos PANAMA, son los más amenos, gustosos y deliciosos”- así me decía mi Papá, cuando hablada de ellos.

 Además  de ser únicos, existían exclusivamente en las costas veragüenses y reconocidas al desnudo ojo, al primer vistazo.

En mi tertulia, trataba de aclarar, mis dudas, titubeando en mis preguntas en busca de descifrar el misterio de los cangrejos panameño…..y fui investido de un rápido recuerdo infantil, quedando inmóvil bajo la inclemente lluvia.

De pequeño, acompañado de mi Madre, dibujaba algunos animales, entre ellos algunos cangrejos, al querer colorar el primer cangrejo, no me acordaba o tal vez no sabía, cuál era el color de los cangrejos y allí mi madre, me sugirió los colores de la bandera de Panamá, blancos, rojo y azul….blanco para las pinzas, rojo para las patas y azul añilina para el caparazón, y que eso no se olvidada nunca, porque como decía mi papá, esos eran cangrejos Panamá.

Compre rápidamente mis cangrejos Panamá, caminando bajo la despiadada lluvia, con mi ropa toda empapada…..sin necesidad de ninguna respuesta, porque en mi corazón yacía durmiente, las respuestas que buscaba.

Por las chorreadas insignias publicitarias, de mi moderno pueblo, camino bañado bajo el aguacero, llevando enclavado muy dentro de mi corazón, mis recuerdos solitarios, que arden en mi memoria,  apretando a mi pecho la bolsa de plástica, este maravilloso fruto de mi tierra, sin duda alguna CANGREJO PANAMA de los litorales veragüenses.
Aristides Ureña Ramos
Florencia Diciembre

jueves, 25 de octubre de 2012

CABALLO VIEJO de ARISTIDES UREÑA RAMOS

CABALLO VIEJO


de ARISTIDES UREÑA RAMOS

Florencia Italia-1999



      Había una vez, un campesino que quería cambiar su caballo por un potrillo sano, vigoroso y que fuese exuberante, porque su caballo era viejo y ya no le servía para nada.

Le pidió a su sobrino, que cogiera el caballo viejo y se lo llevara bien lejos, que lo abandonara en un remoto lugar, debido a que no lo quería matar, y no se atrevía a pegarle un tiro a la pobre bestia.

Al día siguiente, muy de mañanita, el sobrino coge el caballo viejo y sigue las indicaciones que su tío les había dado, viajando monte adentro por una hora, abandonado el viejo animal en un lejano potrero; apenas cumplido la misión regresa inmediatamente contento y satisfecho a su caserío .

Pero al medio día, el caballo viejo se presento delante a la puerta de entrada del rancho de su patrón, que al verlo se sorprendió, y no se explicaba como había hecho el caballo viejo a regresar a su rancho.

El campesino bravo con su sobrino, lo llama y le da nuevas órdenes, para que se llevara el viejo caballo lo más lejano posible, más lejos del lugar anterior, y que fuese más allá del rio Santa María después del cerro Colorado.

El sobrino - al día siguientes- se levanto temprano, cogió el caballo viejo y siguió las indicaciones de su tío, atravesando el rio Santa María, amarrando el caballo viejo después de haber superando el cerro Colorado, cumpliendo a la letra las indicaciones que su tío les había dado, regresándose inmediatamente al caserío.

En las primeras horas de la tarde, el caballo viejo se apareció de frente a la puerta del rancho de su querido patrón, el cual al ver la vieja bestia, mando a buscar su sobrino y lo regano por su negligencia en cumplir sus órdenes.

El campesino bien enojado, reganando a su sobrino le da nuevas indicaciones, de llevar el caballo viejo bien lejos, y que tenía que pasar el rio Santa María, superar el cerro Colorado, atravesar los llano de los Ruices y de abandonar el viejo caballo bien amarrado allá lejos del caserío.

El sobrino, al día siguiente se levanta temprano cogió el caballo viejo y se encamino a seguir las órdenes que le habían dado su tío, supero el rio Santa María, subió y bajo el cerro Colorado, supero los llanos de Los Ruices y allá muy lejos amarro el caballo viejo y regreso rápidamente a su caserío.

En la tardecita como a las 6 seis de la tarde el caballo viejo se presento a la puerta del rancho de su patrón, y el campesino bien enfurecido mando a llamar inmediatamente a su sobrino, y lo regaña tirándoles tres garrotillazos en las canillas y preguntándole con mucho sospecho, si había cumplido con sus ordenes y con lo que él le había pedido.

El pobre sobrino desesperado le decía que si, que él había seguido al pie de la letra todo lo que le había ordenado; pero, el campesino muy sospechoso de todo estas simulaciones, le ordena que para el día siguiente, tenía que coger el caballo viejo y llevarlo lo más lejos posibles, que no quería mentiras, que las farsas, como también los disimulos eran hijas de Lucifer y que lo iba a llevar donde el cura para que confesaras sus falsedades para desenmascarar tan vil comportamiento.

Así le ordena, de poner mucha atención a lo que le iba a decir, y con voz autoritaria le comanda que cogiera el caballo viejo atravesara el rio Cobre, subir y bajar el cerro Colorado, superar los llanos de Los Ruices, coger el sendero para los Hatillos y cuando llegara al primer cruce voltear y agarrar el primer camino que está a la izquierda…después de una hora de camino encontrara un grande palo de mango y allí tendrá que dejar abandonado el viejo caballo y que de recordarse de amarrarlo muy bien.

Y para tener la certeza que esta vez, no hubiese ninguna incertidumbre, de que todo fuera hecho como él había indicado, mando junto a su sobrino un peón de confianza, para que controlara que todo fuera realizado en esa manera.


Al día siguiente, el sobrino, el peón y el caballo viejo abandonaron el caserío rumbo a su destino.

El sobrino cumplió a modo, todo lo indicado por su tío, además el fiel peón estaba controlando que todo fuera hecho sin trucos y trampa alguna, superando el rio Cobre, subieron y bajaron el cerro Colorado, atravesaron los llanos de Los Ruices, cogieron el sendero para los Hatillos y cuando llegara al primer encruce voltearon y agarrar el primer camino que está a la izquierda…después de una hora de camino encontraron el famoso “grande palo de mango”…y allí amarraron la pobre bestia, teniendo cuidado en hacer un fuerte nudo a la soga….y así se regresan camino al caserío.

Al día siguiente por la mañanita muy temprano, de frente a la casa del campesino se encontraba parado el viejo caballo, había regresado otra vez y nadie sabía cómo había hecho, las pocas familias del caserío estaban asustada, ya que pensaban que ese misterio era obra del demonio y que el caballo viejo estaba embrujado, un clima pesante de temeroso silencio invadió cada rancho del caserío, pero ninguno se atrevía a abrir boca o decir palabra alguna, debido a que el propietario del caballo viejo era un hombre de carácter polémico, de pocas palabras y de litigio fácil.

El silencio del caserío, viene interrumpido por los gritos del campesino, que acabada de descubrir el caballo viejo delante de su rancho, exclamaba locuras contra la pobre bestia, sube a su jorón y agarra su escopeta y con voz chillona comienza a llamar a su sobrino, como también al confiado peón. Y apenas llegan los dos desgraciados, los amenazas de tirarle un tiro, al caballo viejo, al sobrino y al porfiado peón, si no le decían inmediatamente toda la verdad, porque él era hombre verraco y ninguno le podía tomar el pelo.

El sobrino asustado, le juraba y perjuraba que él había hecho todo lo que le habían pedido y que no sabía, como era que el caballo viejo regresaba sin perderse nunca de su ruta…y a su vez el pobre peón muy aterrorizado se puso de rodilla a los pies del campesino y le dice que su sobrino había hecho todo lo que le había pedido, que no mentía, que sus ordenes fueron todas seguidos a pie de letra.

El campesino, punto la escopeta a la cabeza del caballo viejo y con mucha rabia comienza a gritarles groserías, pero no lograba tirar el gatillo, debido a que matar al viejo caballo era como que muriera parte de sí mismo.

Bajando la escopeta y mirando fijo los ojos de su sobrino y del fiado peón, les dice lo siguiente:

- “Ahora agarro yo este maldito caballo viejo, me lo llevo bien lejos, supero el rio Cobre, subo y bajo el cerro Colorado, atravieso los llanos de Los Ruices, cojo el sendero para los Hatillos, llego al primer cruce volteo y agarro el primer camino que está a la izquierda, camino hasta el grande palo de mango, cojo camino a Martincito, pasos por los platanales, bajo a la quebrada de Las lajitas y allá abandono este maldito caballo viejo…ahuevazones que a dos maricones como ustedes dos, no lograron hacer, palabra de hombre con los huevos bien puestos”.-

Y así hizo de una vez, delante de las escondidas miradas que atreves de las empalizadas de los ranchos contemplaban asustados la escena, de las impresionadas ojeadas del sobrino y del fiado peón.

Coge el caballo viejo, encaminándose a paso veloz, por el camino de salida del asustado caserío, desapareciéndose de las curiosas miradas de los aldeanos, tragado por el tupio sendero que llevaba al monte adentro.



Pasaron tres días, el sobrino, como también el fiado peón estaban impaciente porque el campesino, su tío, no regresaba y temiendo que algo le había pasado, así que la preocupación era enorme, por otro lado, los cuchicheos de las pocas vecinos del caserío, sostenía que era el diablo trasformado en caballo que se lo había llevado para el purgatorio, que el viejo caballo estaba poseído de maligno, que eran las almas en penitencias que venían a vengarse del despótico campesino ….la tensión en el pequeño poblado era enorme y en la oscuridad de cada rancho la gente decía desconocidos sermones y antiguos rezos de protección para toda la comunidad.

Como a las seis de la tarde, del día siguiente, aparece el caballo viejo y se para adelante del rancho de su patrón…montado sobre la bestia, estaba el cansado cuerpo del campesino, que encorcovado al pescuezo del viejo caballo, abrazado con grande fuerza para no caer en tierra.

El sobrino y el fiado peón, corren a asistir el cuerpo cansado y exhausto que se encontraba en precario equilibrio, y notan la desesperada mirada del tío, que apenas lo reconoces, se deja andar en manos de su sobrino y de su peón, que lo toman en brazos y lo apoyan en tierra, el sobrino asustado le pregunta a su tío: ¿qué había pasado?, ¿qué cosa había sucedido?- el cuerpo del campesino estaba lleno de sangre y de espina, como quien ha caído en un espinado matorral de rosas- y con los ojos asustados, con la voz quebrada , logra decir lo siguiente:

-“sobrino, me perdí en el camino, me fui muy lejos, así tan lejos que no sabía donde había llegado, y si no fuese por este caballo viejo, que conoce el camino a memoria, yo no regreso a mi casa”_

El campesino a mala pena lograba respirar, del cansancio y del mismo estropeo… pero logra decir sigue diciendo:

-“sobrino, coja este caballo viejo y dele doble ración de maíz, que esta bestia nunca se ira de aquí y no la cambiaré por ningún potrillo de este mundo, la juventud es la fuerza para abrir senderos en los tupidos montes, pero los viejos tienen la experiencia y el conocimiento de los senderos de las impenetrables selvas ”. –


ARISTIDES UREÑA RAMOS

Florencia- Italia 1999



domingo, 5 de agosto de 2012

LA GRINGA, EL CONDON Y "LA ALEANZA PARA EL PROGRESO"

LA GRINGA, EL CONDON Y "LA ALEANZA PARA EL PROGRESO"

Por: ARISTIDES UREÑA RAMOS

Santiago de Veraguas, 10 de Febrero 1979


Santiago de Veraguas


Paseaba por las ardientes calles de Santiago, ensombrerada, sandalias multicolores en pleno veranillo hacia la terminal de buses...ella era gringa, joven, proveniente de una famosa universidad norteamericana... eran los años 1962 y el grande sueño que la habían traído por estos lares, era el gran proyecto de la ALEANZA PARA EL PROGRESO, con el cual el Congreso de los "gringos" pretendía modernizar y catequizar el vasto mundo latinoamericano.

Lata de Aceite para el proyecto de ayuda de La Alenza para el Proyecto.


Fueron las bellas montañas de Calobre, allá en las cordilleras centrales, la que acogieron a la joven gringuita, que trataba de destacarse en sus materias educativas, y el lugar donde sucedió esta graciosa historia que aquí les voy a narrar.

Ciudad de Calobre, enclavado en la cordillera centrales de Panamà.


Dicen que, muchos fueron los trabajos que dentro de la comunidad esta joven realizo, como también muchas las personas que colaboraron con ella, creando una recíproca amistad… y internamente del numeroso grupo había una considerable cantidad de jóvenes campesinos, como también muchos cholitos bajados de la cordillera.



Después de casi cuatros meses de dura labor, en un momento de relax, la joven gringuita le vino la idea de satisfacer sus momentáneas necesidades sexuales, pero poniendo mucha atención en no involucrarse sentimentalmente con el elegido... orientándose en escogerlo buen mozo y físicamente presentable, poniendo mucho cuidado a no crear ningún compromiso con el candidato.


Es así, que llama a un cholito, muy bonito y gracioso, que era muy tímido, de pocas palabras, un buen ejemplo de la belleza masculina del Indio del Panamá profundo. Y lo invita a acostarse esa noche con ella, enseñándole algunas reglas de modernidad, diciéndole lo siguiente:

-"Mira para acostarte conmigo, tienes que protegerte y ponerte este condón, en ningún momento se tienen que romper, ni tiene que quitártelo, porque si te los quitas, me pones encinta". Y la gringuita continúa:

-"¿Comprendiste bien?"-.y el cholito le dice con la cabeza que sí, que había comprendido, pero la gringuita le repite:

"NO te lo puedes quitar, porque si te lo quitas me quedo embarazada”. Y así fue que inicio la espera noche amorosa, entre los dos jóvenes personajes, la bella gringuita y el cholito veragüense.


Se cuenta que al tercer día, de la famosa noche amorosa, en pleno medio día, estaba el cholito trabajando en el monte adentro, sudando y rojo como un tomate, con la cara llena de sufrimiento, llamando a su compañero de trabajo, le dice lo siguiente:

_ "Son tres días, que no orino y que me estoy explotando por dentro, y me voy a quitar este desgraciado condón, no me importa nada, de nada, si esa gringa de porras se queda encinta"-


Y así hizo, quitándose el condón, que con mucho cuidado había protegido, por tres interminable días, pero en su cara se dibujaba una sarcástica sonrisa, por haber jodido, para siempre, al Congreso de los gringos y a la Alianza para el Progreso.


........cuento dedicado, para mis hermanos màs pequeños.

jueves, 31 de mayo de 2012

Tío Tigre y Tío Conejo, Aristides Ureña Ramos

“La cantera de Los Robles”
-Tío Tigre y Tío Conejo-

Por: Aristides Ureña Ramos
Florencia 1984


Dicen que el calor era tan sofocante, que las piedras fumaban humo y las cigarras chillaban endemoniadas por el calor...y desde lejos se veía a el Tío Tigre que bajaba de los poderíos Coclesanos, puntando hacia Divisa... Acercándose a la carretera interamericana para poder caminar a sus orillas ya que iba rumbo a Santiago de Veraguas.

En la cantera de piedra, entre Divisa y El Roble a las dos de la tarde, se encontraba Tío Conejo tirado sobre una laja de piedra tomando el sol con grandes gafas Ray Ban, una toallita en el pescuezo, una bolsa de hielo y dentro una botella de soda, un vasito de plástico blanco y una radio encendida a todo volumen que tocaba una pieza de Yin Carrizo.

El Tío Tigre siente dentro de sí que delante de él se presentaba una irrepetible ocasión: capturar al distraído conejo…y es así que dé un salto se lanza sobre el conejo que logra esquivarlo comenzando una cruenta batalla entre ellos dos, era tan violenta la batalla, que apenas se lograba ver lo que sucedía ya que se había alzado una cortina de polvo que hacía imposible observar la escena…no se sabe cómo el conejo se aprovechó de esta confusión para subir a una especie de colina de piedra sin salida ya que estaba limitada por un farallón a manera de precipicio.
Esa pequeña colina tenía dos senderos de salidas o entradas… y en el medio una gran muralla de piedra, es así que el Tío Tigre comprendiendo que no podía continuar con su caza debido a que si subia por un lado el conejo bajaba por el otro lado...y decidió –inteligentemente- esperar que fuese el conejo a bajar y quedarse esperando al inicio de los dos senderos de piedra.

Allí en el cruce, el tigre pensaba, que solo le quedaba esperar con mucha paciencia, que al conejo le llegara el hambre, la sed y el cansancio…y así, parado en el medio del camino, comienzan a pasar las horas, llenando un silencio extraño ya que las cigarras habían dejado de cantar.

Tío Tigre pensaba y pensaba, como era posible que Tía Coneja, haya parido un conejo tan vagabundo, delincuente, que con tanto sacrificio había mandado a estudiar en la universidad de la capital, perdiendo tiempo en boberías de política...y se la pasaba hablando tonterías y metiéndoles cosas falsas en la cabeza a la pobre gente allá en las comarcas indígenas.
Y cómo era posible que hasta el sueldo de MAESTRO le pasada el gobierno nacional…a ese flojo, parlanchín, descarado y borracho de Tío Conejo.

De repente se oye a Tío Conejo que comienza gritar:
-“Che, che, che vaca vieja del diablo…che, che, che toro desgraciado”.


Tío Tigre que era el ganadero más rico de Panamá, se le pararon las orejas y comenzó a pensar...jooo no me diga que ese vagabundo de Tío Conejo, se ha encontrado algunos ganados sueltos allá arriba...y sus pensamientos fueron interrumpidos por los gritos del conejo:

-“Oiga Tío Tigre, que suerte la mía, 3 vacas y un toro bien encebados, me he encontrado acá arriba”- .

El Tío Tigre como era avaro y no le bastaba nunca lo que tenía, le pregunta:

-“¿y están marcados?”.-

Tío Conejo le responde:
-“No, no están marcado, pero le propongo un negocio, yo le doy las 4 reces y usted me deja libre, en libertad”.

El tigre sabía, que el Tío Conejo además de flojo, vagabundo y parlanchín, tenía que tener cuidado en los acuerdos ya que trataba siempre de sacar la mejor ventaja de la situación...y piensa lo siguiente:

---Le digo que me mande primero las 4 reces, una vez estén en mi poder, le digo al conejo que baje y lo capturo, así me quedo con el toro, las 3 vacas y para la cena me como al maldito conejo comunista.---


Así le contestó al conejo:

-“Si está bien, pero mándame primero el ganado y después bajas tu”.

El Tío Conejo ya se había puesto en acción y había recogido 4 grandes rocas del tamaño de una persona y comienza a empujarlas hacia la bajada del sendero gritando lo siguiente:

-“Tío Tigre, Tío Tigre, póngase en el medio del camino para que no se escape el ganado, y aliste la soga con el lazo que le mando las 4 reces”.

A Tío Tigre hasta que le brillaban los ojos de alegría, ya que además de ser el mejor ganadero de Panamá, era el campeón en carga de lazo de toda la nación...se puso en el centro del camino a esperar a que le llegaran las bestias--porque el coraje era lo menos que le faltaba--y Tío Conejo comienza a gritar empujando las piedras con toda sus fuerza a la orilla del sendero:

-“ Che, che, che, vaca vieja del diablo, che, che, che….ataja, ataja, ataja...allí le llegan Tío Tigre, ataja agarre sus reces”...empujando las 4 rocas.

Y Tío Tigre mira arriba del sendero y abriendo el lazo al viento, comienza a girarlo entorno a él... y ve un polvorín que baja velozmente y se siente envestido por una avalancha de enormes piedras que lo estaban sepultando en el medio del mismo camino.

ARISTIDES UREÑA RAMOS
(Florencia 1984)